De Soundtrack Corner
Dulce Sissí
Desde la década de 1950, el papel de la encantadora Romy Schneider ha cautivado a los espectadores. El rostro joven de Romy ha sido tan profundamente asociado con el rostro de la joven Elizabeth de Austria (1837-1898) que casi nadie podía imaginar otra Sissí en la pantalla. Cualquier nueva versión estaba destinada al fracaso desde el principio, porque no daba a los espectadores lo que querían: una imagen glamorosa de ensueño con esplendor y delicadeza. Esa imagen de ensueño, aunque a veces considerada como "kitsch", ha destacado con el paso del tiempo como "un clásico".
Y, sin embargo, después de más de 50 años, en la Navidad de 2009 comenzó una nueva Sissí estrenada en ZDF, no un remake espectacular, pero sí una cura para el "kitsch" inspirando dulzura y una visión desafiante. ¿Lo que ha salido de ella? Dado que el resultado es ambiguo, en primer lugar hay que concentrarse en los puntos fuertes de la película. Cristiana Capotondi a la cabeza hace hincapié en una mujer más moderna que el personaje histórico, aunque ambos aspectos están ahí y se manifiestan considerablemente. Tenemos una idea no solo de una personalidad espontánea, sino también un política muy discreta, una mujer sensata y una valiente defensora de la libertad personal; no solo es la esposa que se encuentra al lado de su esposo imperial, sino que no acepta ser una marioneta. Como el emperador lo dice muy bien, ella es "el único monarca en Europa que le dice a su marido: ¡Tienes que hacerlo!". Sissi es firme y muy actualizada. Al mismo tiempo, ella es una buena emperatriz con corazón que visita el orfanato y dice: "Son ustedes los que son hermosos". Ella es una madre cariñosa que se preocupa por la salud psicológica de su hijo, superior a la carrera militar y, sin embargo, no es un ingenua joven que se ejecuta en un vestido de noche por los pasillos de la corte imperial para contar a su marido noticias increíbles sobre el embarazo ... ... Ella es una madre emocionalmente madura y una mujer que entiende las necesidades de su marido y de sus hijos. Y esa percepción, lo cual la hace más atractiva de manera espectacular (lo cual es históricamente preciso) es la valoración que realmente vale la pena. La Sra. Capotondi hace un buen trabajo en esta película.
En cuanto a la apariencia de Sissí, el director claramente tuvo en cuenta los famosos retratos de Elizabeth, en particular el de Franz Xaver Winterhalter; también tiene como objetivo hacer que el personaje parezca menos melancólico y más práctico. La Sra. Capotondi definitivamente no es la Sra. Schneider, pero la Sra. Schneider tampoco fue Elizabeth. Es a lo que nosotros, los espectadores, mos hemos acostumbrado, aunque algunas personas siguen queriendo ver la asociación con la Sra. Schneider. Por lo tanto, para algunos, la Sra. Capotondi nunca será aceptada como Sissí. En lo referente al resto de los personajes y el reparto, David Rott es bastante bueno como emperador Franz Josef: bastante simpático y talentoso. Martina Gedeck como Sophie está bastante acertada teniendo en cuenta su aspecto y el estilo dominante de la conducta. Franziska Stavjanik como condesa Esterházy también hace un trabajo memorable.
La película es otro mérito en todo el ambiente proporcionado por la banda sonora sentimental y el ingenio (piénsese, por ejemplo, la escena hilarante del baño imperial o un loro diciendo el nombre de la emperatriz durante la visita de incógnito de la pareja imperial a las calles de Viena). En cuanto a las localizaciones se refiere, hay sin embargo, dos errores: primero Bad Ischl, y segundo, la Iglesia de San Miguel para la boda imperial. En cuanto al primero, es una grave deficiencia, en cuanto a este último, los productores, tal vez, querían crear una especie de referencia a Sissí Marischka (1955), donde la escena de la boda espléndida (la escena final de la película de 1955) fue también filmada en Michaelerkirche cerca del Palacio de Hofburg, no en Augustinerkirche (Viena) donde tuvo lugar la boda histórica de la pareja imperial en la versión de 2009.
Y, sin embargo, después de más de 50 años, en la Navidad de 2009 comenzó una nueva Sissí estrenada en ZDF, no un remake espectacular, pero sí una cura para el "kitsch" inspirando dulzura y una visión desafiante. ¿Lo que ha salido de ella? Dado que el resultado es ambiguo, en primer lugar hay que concentrarse en los puntos fuertes de la película. Cristiana Capotondi a la cabeza hace hincapié en una mujer más moderna que el personaje histórico, aunque ambos aspectos están ahí y se manifiestan considerablemente. Tenemos una idea no solo de una personalidad espontánea, sino también un política muy discreta, una mujer sensata y una valiente defensora de la libertad personal; no solo es la esposa que se encuentra al lado de su esposo imperial, sino que no acepta ser una marioneta. Como el emperador lo dice muy bien, ella es "el único monarca en Europa que le dice a su marido: ¡Tienes que hacerlo!". Sissi es firme y muy actualizada. Al mismo tiempo, ella es una buena emperatriz con corazón que visita el orfanato y dice: "Son ustedes los que son hermosos". Ella es una madre cariñosa que se preocupa por la salud psicológica de su hijo, superior a la carrera militar y, sin embargo, no es un ingenua joven que se ejecuta en un vestido de noche por los pasillos de la corte imperial para contar a su marido noticias increíbles sobre el embarazo ... ... Ella es una madre emocionalmente madura y una mujer que entiende las necesidades de su marido y de sus hijos. Y esa percepción, lo cual la hace más atractiva de manera espectacular (lo cual es históricamente preciso) es la valoración que realmente vale la pena. La Sra. Capotondi hace un buen trabajo en esta película.
En cuanto a la apariencia de Sissí, el director claramente tuvo en cuenta los famosos retratos de Elizabeth, en particular el de Franz Xaver Winterhalter; también tiene como objetivo hacer que el personaje parezca menos melancólico y más práctico. La Sra. Capotondi definitivamente no es la Sra. Schneider, pero la Sra. Schneider tampoco fue Elizabeth. Es a lo que nosotros, los espectadores, mos hemos acostumbrado, aunque algunas personas siguen queriendo ver la asociación con la Sra. Schneider. Por lo tanto, para algunos, la Sra. Capotondi nunca será aceptada como Sissí. En lo referente al resto de los personajes y el reparto, David Rott es bastante bueno como emperador Franz Josef: bastante simpático y talentoso. Martina Gedeck como Sophie está bastante acertada teniendo en cuenta su aspecto y el estilo dominante de la conducta. Franziska Stavjanik como condesa Esterházy también hace un trabajo memorable.
La película es otro mérito en todo el ambiente proporcionado por la banda sonora sentimental y el ingenio (piénsese, por ejemplo, la escena hilarante del baño imperial o un loro diciendo el nombre de la emperatriz durante la visita de incógnito de la pareja imperial a las calles de Viena). En cuanto a las localizaciones se refiere, hay sin embargo, dos errores: primero Bad Ischl, y segundo, la Iglesia de San Miguel para la boda imperial. En cuanto al primero, es una grave deficiencia, en cuanto a este último, los productores, tal vez, querían crear una especie de referencia a Sissí Marischka (1955), donde la escena de la boda espléndida (la escena final de la película de 1955) fue también filmada en Michaelerkirche cerca del Palacio de Hofburg, no en Augustinerkirche (Viena) donde tuvo lugar la boda histórica de la pareja imperial en la versión de 2009.Fotos: Photobucket.
